15 de junio de 2011
0 comentarios
Es la epidermis lo que define la sociedad. Y a los hombres y mujeres “el perfil”. Meterse en honduras es complicarse la vida y complicarla a los demás. Pero es inevitable que alguna vez llamemos a la puerta de lo hondo de nuestro ser. En busca de fundamento o de explicación. Porque en la vida no todo es epidérmico. La piel se deja ver, pero también cubre. Cubre lo que la sostiene y la amenaza. Una enfermedad que anuncia muerte o un cambio radical de modo de vivir. La muerte misma, tan presente en la vida, no se resuelve en la anécdota. Busca teoría, razones hondas. Vivir no es resbalar por los acontecimientos. Es hacerse con ellos. Y procesarlos. Vivir no es simple relato postmoderno. La verdad del ser humano está en lo hondo de su ser. No en el perfil que ofrecemos como auto presentación. Somos lo oculto, lo hondo.
En este blog me gustaría hacer prospecciones en busca del ser. Sé que es entrar en el misterio. Me fío más del misterio que de la evidencia a la hora de saber algo del ser humano.