25 de enero de 2012
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Las cariátides son columnas de formas humanas que sostienen los templos. Alguien ha utilizado esa arquitectura para explicar la función de los santos en la Iglesia (Espíritu Santo, apare). Los santos canonizados y los que no lo han sido, pero han sustentado la Iglesia en medio, con frecuencia, condiciones adversas. Nos quedan restos de antiguos templos sustentados por cariátides. Los seres humanos que han hecho de cariátides desaparecen antes de la historia. Es necesario sustituirlos por otros. La fe nos dice que cabe la posibilidad de que sigan su labor de sostenimiento de la Iglesia más allá de la historia. Pero se necesita la visibilidad de los que sostienen la dimensión también visible de la Iglesia. De la Iglesia y de sus instituciones. ¿Cómo sustituir a Fray Bernardo para sostener Facultad, Escuela de Teología, Acción Verapaz, parroquias, todo lo que llevaba sobre sus hombros? No será fácil, pero se conseguirá. Mantengamos la esperanza. Pero fray Bernardo sostenía no sólo instituciones, sino, y sobre todo, personas. Personas que se apoyaban en su afecto, amistad, también en sus convicciones, relaciones, referencias. ¿Cómo sustituir esa columna en la que se apoyaba la existencia de tantos? Santo Domingo se despidió de sus frailes asegurando que les sería de más provecho tras su muerte. Confiamos en que así sea tras la muerte de este buen hijo de Santo Domingo, fray Bernardo Cuesta.