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Desde lo hondo
27 de mayo de 2020
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Los besos por correo, no llegan, se los traga un fantasma, decía Kafka. Pues los besos por correo, expresados de puño y letra parecen más auténticos, que los que transmitimos a través de los medios digitales. Estos parecen más fríos. Y como el beso, los abrazos, las manifestaciones de afecto, en general. Sufrimos el confinamiento. A la vez tememos al otro. No queremos su cercanía física. La suplimos con la virtual. ¿Logramos la cercanía afectiva con los medios virtuales? Se dice: estamos en la época de lo digital, la vida es así y a ello hay que hacerse. Se compra la mercancía sin verla ni tocarla ni olerla, a través de Internet. Existen enamoramientos, relaciones de amistad… a través de ese medio. Pero éstos, si no derivan en la proximidad física, no perduran. ¿Podemos hacernos a una vida de relaciones sociales, afectivas, sin darse la mano, sin abrazarse, sin besarse? Llevamos meses así; y seguimos viviendo. Pero, eso sí, en la espera de que la situación cambie y volvamos a la cercanía física, a poder tocarse y verse los labios -sin mascarillas-. ¿O nos acostumbraremos a la proximidad virtual? ¿Y nos bastará?
20 de mayo de 2020
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¿Por qué se ha acuñado esa expresión, cuando de lo que se trata de distanciamiento espacial entre las personas? La condición social del ser humano es contraria al distanciamiento. En momentos de dificultad como los que vivimos es más necesaria la convivencia. Que no es estar juntos físicamente, sino poner la vida en común, sentir al otro como alguien que me interesa. Lo que supone superar la tentación, que tenemos cuando nos vemos frágiles, de pensar solo en nuestra fragilidad. Y al enfrentarnos a un futuro incierto preocuparse solo de su propio futuro. Tentación que lleva a estar a la defensiva respecto del otro. Una cosa es establecer separaciones físicas y otra separaciones afectivas y encerrarse en uno mismo. Son momentos de sentirnos más solidarios, más cercanos unos de otros. Esa cercanía que excluye la cercanía espacial, para no causarnos daño unos a otros.
2 de mayo de 2020
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“Tu rostro buscaré, Señor, no me escondas tu rostro”. Hasta el rostro, de un Dios sin rostro se desea ver. Ver la cara. Si no vemos la cara: sus ojos, su boca, su expresión facial, las arrugas que estos días se han hundido en su cutis; su pelo, ajeno durante tanto tiempo al cuidado y esplendor de las peluquerías, no vemos a la persona. Puede que la hayamos visto virtualmente esas caras. No satisface el deseo de verse cara a cara. Bastante limitación es no tocarla, ni besarla, ni acariciarla. Ni siquiera apretarse las manos al saludo.
En el encuentro de las caras, el relato de cómo se viven estos días no será necesario, entre los más cercanos lo sabemos a través de los medios técnicos. Pero sí vemos el dibujo que se forma en la cara cuando nos los repiten. Es un acto de humanización, de ser lo que somos, seres que nos vemos, nos hablamos y escuchamos a través del rostro. Que el encuentro facial sirva para estrechar vínculos afectivos y animarse en tiempo de prueba.
Sobre el blog
El mercado, la prisa, el fluir…domina nuestras vidas. También la creación cultural y la verdad se encuentran afectados por la sucesión rápida, lo impactante…
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El mercado, la prisa, el fluir…domina nuestras vidas. También la creación cultural y la verdad se encuentran afectados por la sucesión rápida, lo impactante…Hasta las personas, de las que parece que sólo cuenta su “perfil”, no logran sustraerse al dominio de la apariencia, la imagen. Resulta algo “contracultural” hablar hoy de hondura. Pero sólo en lo hondo se encuentra la verdad, el misterio de lo personal, la relación con Dios. Este blog es una propuesta para “ahondar” en la realidad. Los dominicos tenemos como lema “veritas”,( verdad). La verdad no se posee como se poseen las cosas. Se busca y se roza. Y cuando se encuentra nos comprometemos con ella. El compromiso con la verdad nos salva del dogmatismo y del relativismo. Y para los cristianos, la verdad nos remite al hecho del amor de Dios con el que nos encontramos en la hondura de nosotros mismos.
Sobre el autor
Juan José de León
Entre otras cosas es Director de la Escuela de Teología "Fray Bartolomé de las Casas" (Madrid). Acompaña espiritualmente comunidades religiosas a través de charlas y retiros...
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Entre otras cosas es Director de la Escuela de Teología "Fray Bartolomé de las Casas" (Madrid). Acompaña espiritualmente comunidades religiosas a través de charlas y retiros. En la Editorial San Esteban ha publicado, Creado y creador. Visión cristiana de la existencia; Seis días en busca de la felicidad. Proyecto evangélico para ser felices y Seis días para repensar la vida.
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