|
|
|
|
Blog
Desde lo hondo
27 de junio de 2023
0 comentarios
El parlamentario, en el momento de tomar posesión de su puesto, pasó a prometer o jurar. El anterior a él, había jurado sobre la Biblia, y la dejó sobre el ambón. Él tomó la Biblia, la besó, la puso en la bandeja de abajo, y prometió cumplir los textos legales.
Jesús en el Sermón de la Montaña, Mateo 5,33-34, “Habéis oído que se dijo a los antiguos: No jurarás en falso> y . Pero yo os digo que no juréis en absoluto”. A continuación, precisa ese “absoluto”: no jurar ni por el cielo ni por la tierra, ni por tu cabeza…
A lo largo de la vida hemos tenido que hacer muchos juramentos por prescripciones eclesiales: antes de que te concedan un título en Teología, o antes de asumir algún cargo de responsabilidad en la comunidad, para poder impartir diversas enseñanzas teológicas…etc. El etc es bastante amplio. Juré, por ejemplo, el “juramento antimodernista”. No sé si entonces conocía con precisión que juraba, ahora no podría precisarlo. Puesto que la Iglesia, a pesar de lo que dijo Jesús, ha incorporado el mandamiento sinaítico de no jurar en falso, tiene su lógica que lo exija en diversas circunstancias. Pero ¿por qué lo incorporó?
Se ha rebajado el significado del juramento, o sea poner a Dios como testigo y referencia de la verdad de lo que se dice. Se utiliza en asuntos irrelevantes. Como se convierte en irrelevante que, en especial los políticos, públicamente, unos a otros se llamen mentirosos. O que las promesas que hacen en tiempo de elecciones, sean, como decía un serio político, para no cumplirse. Es propio de la baja consideración social de la “veracidad”, más aún, de la verdad.
Dejemos de meter a Dios, como garante de lo que diremos o haremos; demos más valor a la virtud de la veracidad, a la misma verdad, simplemente por ser propio de la condición humana.
Tanto juramento es rebajar el respeto, la alta consideración que nos merece Dios. No es propio de creyentes. Felicitación al político y creyente en Dios y en su Palabra, que no lo utilizó para garantizar la suya.
24 de junio de 2023
0 comentarios
La primera parte del título “inteligencia emocional” es la que ha prosperada, sobre todo después de la publicación del libro que lleva ese título de Daniel Goleman. Ha sido un recurso reiterado y fácil de los que insisten en el aspecto afectivo de la condición humana; no sé si después de leer el libro, o deslumbrados sin más por el título. Desde una perspectiva antropológica tiene pleno sentido insistir en los afectos. Son los constitutivos más reales del ser humano. Y exigen una educación nada fácil, precisamente en lo que, se juzga, pueden distanciarse de lo razonable, de la inteligencia. Sin embargo es preciso acudir a los procesos racionales, para orientar bien los afectos. Dentro de las teorías sobre el ser humano, es la cultura cristiana la que con más fuerza ha apoyado los afectos: ahí está en la centralidad que da al amor. El amor, nos hace estar vivos, nos dice Juan, sin amor, muertos. Como el Dios vivo del cristiano es un Dios amor. La inteligencia tiene que descubrirlo cuando se preocupa de la verdad de lo que somos, (que es la preocupación esencial de nuestra razón). Ha de introducirse en el análisis de los afectos, no echarse a un lado. Es necesario reflexionar sobre cómo desarrollar esos afectos, a quién dirigirlos, discernir entre afectos y afectos, y valorarlos; y analizar el proceso para llevarlos a cabo y mantenerlos. Los afectos, por ejemplo, exigen libertad; y para ser libres necesitamos la verdad: “la verdad os hará libres”. La verdad discierne lo que nos esclaviza; analiza y discierne si las pulsiones fortalecen nuestros afectos o más bien los desvían de la realización auténtica de nuestra condición humana.
Hablo de afectos como manifestación de sentimientos. Los sentimientos dan sentido a la emoción. Ésta puede ser momentánea, como viene, se va; sucede con las que producen las imágenes. Las emociones han de ser meditadas, valoradas para ser un sentimiento que se afinca en nuestro ser. Para eso está la inteligencia. De lo contrario la emoción sólo produce sentimentalismo, o sea sentimientos de baja intensidad y corto recorrido. La emoción ha de ser, pues, inteligente, traspasada por el esfuerzo de la razón que busca verdad y libertad. En resumen: inteligencia emocional y emoción inteligente.
13 de junio de 2023
0 comentarios
De lo que hoy se habla en ámbitos políticos es del “populismo”. El pueblo –demos- es el origen de la democracia. También de la demagogia. Platón advertía que la continuación de la demagogia en los procesos históricos cíclicos era la tiranía. Platón no era especialmente democrático, prefería la aristocracia, el gobierno de los mejores –aristoi-. En esto estaríamos de acuerdo muchos, pero quién señala a los “mejores”. Se lo hemos dejado al pueblo, de ahí la democracia. Si bien es cierto que los elegidos, en principio no son más que eso: los más votados, no necesariamente “los mejores”. La opinión del pueblo sobre las personas no tiene certeza, es eso: opinión. En parte porque los mejores no necesariamente se presentan como candidatos. Esta limitación es una de tantas como el ser humano, y la sociedad que conforma, tiene. Hay que aceptarla. La opinión del pueblo sirve para que haya paz social.
El pueblo ha estado bastante olvidado a lo largo de la historia. Incluso el pueblo de la democracia griega excluía a los no griegos residentes, a los esclavos, a los… La Ilustración quiso salvar al pueblo, -¡cuántos salvadores del pueblo han aparecido en la historia!-; pero fueron claros: “sin el pueblo”. De populismo nada. El pueblo entendido como clase proletaria sería el actor de la revolución comunista. Era un principio científico, y no estaba expuesto a la libertad individual; el ser humano ¿libre? solo era un elemento del pueblo. Foucault diría que el individuo era sólo un hilo del tejido social; sin identidad, por tanto.
Siempre es necesario volver al “pueblo”. Es como un lugar teológico. ¡Hasta la Iglesia es el “pueblo de Dios”, tras el Vaticano II, volviendo a expresiones bíblicas, que sin embargo reducían el “pueblo de Dios” al pueblo judío! Lo complicado de este “lugar teológico”, que siempre hay que salvar, es la aplicación concreta: ¿cómo contar con el pueblo para salvar al pueblo? ¿Quiénes lo representan mejor? Y lo más angustioso: ¿el pueblo sabe lo que necesita o tiene que fiarse de quienes interpretan sus deseos?
7 de junio de 2023
0 comentarios
¿Por qué oposición? Un partido está en el gobierno y otro en la “oposición”. Uno es jefe de gobierno y el otro “jefe de la oposición”. O sea, el gobierno es un partido deportivo. Para que haya partido es necesaria la oposición. No puede haber arreglo entre contendientes. No caben ententes cordiales entre distintos. “¡Que se besen!” Gritan con furor o desprecio los espectadores cuando sucede que hay pacto de no agresión entre contendientes. Y es que un encuentro deportivo, para ser “deportivo”, no “antideportivo”, exige que se luche por ser vencedor en la competición.
Los partidos en el gobierno, sin embargo, no se han de esforzar por ser vencedores ellos y no los otros; sino por el bien de la sociedad de todos. Unos verán que para conseguirlo hay que defender unas ideas, otros, ideas diferentes; pero cara al bien de la sociedad se puede coincidir en no pocas decisiones; se puede reconsiderar, la opinión del otro partido, porque puede que fuese conveniente para matizar las ideas propias. No tienen por qué ser opuestos, quizás complementarios, o diversos. Pero si es de “oposición”, la relación entre ambos, solo cabe oponerse a lo que del otro partido surja. El término “oposición” clama que en política es necesario moverse con posturas exclusivas. Lo que aporte el partido de la oposición solo merece la oposición, el rechazo; sin concesiones. Y no porque sea perjudicial para la sociedad, sino simplemente porque viene de donde viene. La simplicidad de lo dicotómico. ¿Tendrá que ser así el “juego” de la política? Pienso que será mejor antes de “oponerse”, atender al opositor, puede que algo de lo que aporta puede ser válido. Por lo menos como actitud primera. No se pide que “se besen”; pero sí que no se rechacen con el insulto que descalifica y rechaza sin “atender a razones”.
5 de junio de 2023
0 comentarios
Si no eres progresista no tienes lugar en no pocos ámbitos sociales, políticos, religiosos. El progresismo es la ortodoxia. Urge de leer bien los signos de los tiempos, estos convertidos en moda. El progresismo también tiene sus flaquezas. No pocas veces es progresismo en lo aparente, lo epidérmico, en la moda. Ejemplo: el progresista religioso que se queda en cambios que hace en lo cultual; pero despreocupado de la evolución de la teología, de la Sagrada Escritura y también de la lectura de los tiempos a “la luz del evangelio”, no solo a la suya. El progresismo es conservador, lo suyo es lo último, porque ya no cabe avanzar más, evolucionar más: fin de la historia. El progresismo es “creativo”, o sea, literalmente, como la “creación” lo es desde la nada. Nada debe a lo anterior. Volver a lo anterior no es ser conservador, sino reaccionario. Y con frecuencia es verdad, y ello es un apoyo del progresismo. ¿Puede entenderse lo “clásico” como superación de conservadurismo y progresismo?
Sobre el blog
El mercado, la prisa, el fluir…domina nuestras vidas. También la creación cultural y la verdad se encuentran afectados por la sucesión rápida, lo impactante…
Ver más
El mercado, la prisa, el fluir…domina nuestras vidas. También la creación cultural y la verdad se encuentran afectados por la sucesión rápida, lo impactante…Hasta las personas, de las que parece que sólo cuenta su “perfil”, no logran sustraerse al dominio de la apariencia, la imagen. Resulta algo “contracultural” hablar hoy de hondura. Pero sólo en lo hondo se encuentra la verdad, el misterio de lo personal, la relación con Dios. Este blog es una propuesta para “ahondar” en la realidad. Los dominicos tenemos como lema “veritas”,( verdad). La verdad no se posee como se poseen las cosas. Se busca y se roza. Y cuando se encuentra nos comprometemos con ella. El compromiso con la verdad nos salva del dogmatismo y del relativismo. Y para los cristianos, la verdad nos remite al hecho del amor de Dios con el que nos encontramos en la hondura de nosotros mismos.
Sobre el autor
Juan José de León
Entre otras cosas es Director de la Escuela de Teología "Fray Bartolomé de las Casas" (Madrid). Acompaña espiritualmente comunidades religiosas a través de charlas y retiros...
Ver más
Entre otras cosas es Director de la Escuela de Teología "Fray Bartolomé de las Casas" (Madrid). Acompaña espiritualmente comunidades religiosas a través de charlas y retiros. En la Editorial San Esteban ha publicado, Creado y creador. Visión cristiana de la existencia; Seis días en busca de la felicidad. Proyecto evangélico para ser felices y Seis días para repensar la vida.
Normas del blog
Suscribirse a este blog
Suscribirse a los comentarios
Otros blogs
Cátedra de Prima
de Editorial San Esteban/Facultad de Teología San Esteban
Últimos artículos
23 de septiembre
Murió Vatimmo
27 de junio
Jurar
Histórico
Boletín
Apúntese y recibirá en su correo las últimas novedades de la Editorial:
Revistas
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Teléfonos: (34)
923 264 781 / 923 215 000
Fax: (34) 923 265 480
E-mail:
Dirección: Plaza
Concilio de Trento s/n, 37001 Salamanca, España
Dirección postal:
Apartado 17, 37080 Salamanca, España
|
|
|
|
|
|
|
|