4 de octubre de 2013
1 comentarios
Las disyuntivas exclusivas suelen oler a radicalismo y a simplificación. Sí tienen un valor didáctico. Dan que pensar. Si se piensa con serenidad y sinceridad es frecuente captar que la exclusividad de la disyuntiva tiene trampa. Sólo el afán tan común de ubicarse y sobre todo de ubicar a los demás en la sociedad, en la iglesia… inclina a mantener la disyuntiva excluyente. Si la sacristía se refiere a lo sagrado, habrá que aceptar que un cristiano debe moverse en ese ámbito. Los sagrado, o sea el sentimiento religioso, pertenece a la condición humana: las diversas y diferentes religiones son testigos, en ello se fundamentan. Otra cosa es que sacristía aluda a sacristanes. Y que se entienda sacristán no solo como el servidor de lo sagrado, sino como el reduce su vida a sus manifestaciones externas. Lo sagrado como recinto al margen de la vida. “Para que nunca recemos /como el sacristán los rezos”, apuntaba León Felipe cuando instaba a entender la vida abiertos a la novedad de cada día que encuentra el romero. Sí vivir nuestra fe implica salir de la sacristía. Es caminar hollando senderos distintos en la vida, estrenar compañía, dejarse sorprender por el paisaje, escuchar voces distintas y preparar palabras -gestos- para cada caso. Que presida una pancarta podría dejar un poso de gregarismos o “ir detrás de”. Cuando lo que ha de mover es el horizonte que está sí delante, pero sin definirse, no se encierra en una pancarta. La pancarta está escrita en lo hondo del ser, en el impulso que nos mueve a vivir siendo lo que somos, y desde lo que somos querer SER.
Comentarios
Hasta ahora se han publicado
1 comentarios. Déjenos también su opinión.
morantbabera@gmail.com
21 de octubre a las 14:41
Su comentario da para pensar mucho. Cristianos de sacristía o de pancarta?
Algunos de la pancarta dicen: ¿para qué rezar? Mira que inmaduros son y cómo viven de descontentos los que rezan. Pero, si algunas veces los que rezan son así, no es por rezar, a lo sumo, podria ser por rezar mal o por no rezar bien. En todo caso, uno se pregunta: si rezando son así, ¿cómo serían si no rezaran?
Por otra parte , los que nunca rezan necesitan atacar a los que rezan; es un mecanismo de defensa
La gente hacemos esfuerzos sostenidos, en silencio, nadie los conoce. La transformación del Ser y lo que queremos Ser....es evolutiva y sumamente lenta. No hay saltos sino pasos.
Gracias.