22 de mayo de 2023
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Nos estremecemos con el número de suicidios en nuestra sociedad. Pero cuando son dos niñas de doce años, hermanas, nos quedamos sin palabras. Sin palabras porque no entendemos, no sabemos qué decir. Urgidos por una exigencia de comprensión, tratamos de ver los responsables de que dos niñas tomaran esa decisión. Y bien está, buscar lo que puede explicar un hecho tan inesperado, como doloroso. Pero también hemos de aceptar que no llegamos a entenderlo. Que es un hecho que nos rebasa. Y quizás esto corresponde a su dimensión. No cabe en la capacidad de comprensión del ser humano. Una vez más se manifiesta que el ser humano tiene una complejidad inabarcable para nuestro entender. Lo que no implica que renunciemos a comprenderlo, y si exige que nos acerquemos a él con la humildad de que nos comprometemos en algo desbordante, no llegaremos a “saber todo del ser humano”. ¿Será esa nuestra grandeza?
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Anónimo
27 de mayo a las 11:41
Salvarse
"Voy a crear un cielo nuevo y una tierra nueva: de lo pasado no habrá recuerdo ni vendrá pensamiento si no que habrá gozo y alegría perpetua"
Isaías.
¿Habrá forma de mitigar o anular los inevitables impactos que nos vienen?. Si la hay *el deporte del amor* Es una utopía pero de milagrosos efectos y son muchos los que lo practican es un arte eminentemente cristiano, pero no exclusivamente cuando uno se siente amado por Dios como hijo único, ese arte de amar no solo es fácil, sino casi en inevitable. Pero también pueden practicar los que no tienen experiencia de fe; y lo recomiendo como terapia liberadora.
En fin cada vez que alguien te haga sufrir retírate en silencio de tu cuarto y en lugar de enviarle ondas agresivas que sólo a ti te dañan, inundalo de dulzura mentalmente, llénalo de cariño, ámalo incansablemente.
No hay terapia más liberadora en el mundo como esta.
Y por otra parte, el Gran Mandamiento del Señor pero que yo, en este momento lo recomiendo como la manera más eficaz de liberarse del sufrimiento que proviene del otro.
Gracías